Soy un asesino de PJs

Me cuesta escribir esto, pero es hora de que el mundo rolero se entere de lo que será mi cruz para el resto de mi vida: Los PJs mueren en mis manos (o en mis fichas) con extrema facilidad.

¿Casualidad, escasez de suerte, mala fe del narrador, quizás un cúmulo de todo? No lo sé, pero es un hecho que ningún PJ me dura más de dos o tres sesiones.

Me encantan los juegos realistas, donde debas cuidar con mimo a tu personaje si no quieres que un simple espadazo te parta por la mitad. Me gusta sentir el peligro en cada combate, en cada tirada, notar como la adrenalina se dispara al ver rebotar los dados sobre la mesa confiando que salgan los resultados esperados.

Seguro que me estáis imaginando así

También considero que soy bastante meticuloso a la hora de actuar, siempre barajando las mejores posibilidades y no lanzándome a lo loco, en definitiva, razonar. 

Y todo eso para que al final mi PJ muera en tiempo record mientras que los personajes de mis compañeros de juego sobrevien en su mayoría. ¿He sido tocado por un gato negro gitano y tuerto? Echando cálculos rápidos en las últimas partidas he perdido aproximadamente cinco PJs, a uno por cada dos o tres sesiones; a lo Cthulhu Style.

El cachondeo sobre este desagradable hecho se palpa en cada partida. Si alguno de los jugadores no puede asistir a una sesión prohibe tajántemente que yo lleve a su PJ, y si por alguna razón fuera imposible que otro se encargara prefiere simplemente "desaparecer" esa sesión y no recibir ni tesoros ni experiencia; cualquier cosa es preferible a que yo me arriesgue a liquidarlo y borrarlo del mapa.

Los compañeros han sugerido al máster que yo debería manejar a los antagonistas de la partida, a sabiendas que les ahorraría muchos problemas en su camino a la victoria (obviamente nuestro director se niega a ello, tristemente porque sabe de lo que sería capaz).

Por cada PJ que se me muere me entran más ganas de colgar la bolsa de dados y dedicarme a la vida en el campo, sin más preocupaciones que mantener a unas cuantas ovejas para vi... oh, shit.