1 mar 2013

Baldwin (Vampiro: La Mascarada)

   Hoy os traigo una nueva historia, en este caso la Baldwin, el único nosferatu que he llevado hasta el momento y con el que tuve escenas significativamente memorables. Sólo diré "coctail del rata".



   Aún recuerdo la mezcla del olor de la pólvora con la sangre de los franceses… me llamo Baldwin  y por si no queda claro por mi aspecto y mis colmillos soy un vampiro… sí, un vampiro, existimos, existimos desde siempre aunque no lo sepáis jajaja.

   Mi historia comienza en una aldea al norte de York, mis padres eran campesinos que emigraron a la ciudad atraídos por la revolución industrial. Buscábamos una mejor vida, pero nuestras esperanzas se torcieron. La pobreza en la que vivíamos ahora era mucho peor que antes, mis padres no podían darme de comer, ni siquiera podían comer ellos. Decidí entonces enrolarme en la armada, esos franceses, dirigidos por su general Napoleón tenían intimidada a toda Europa. No fue un arranque patriótico en defensa de Inglaterra lo que me llevó  a partir a España al mando de Wellington, sino una forma de ganarme el pan y quizá llegar a ser alguien más importante en la vida.

   Todo iba bien, íbamos ganando poco a poco terreno a los franceses, y las guerrillas españolas eran una fuerza a tener en cuenta, hasta que un día…


   Mientras marchábamos hacia Toledo para enviar un mensaje un grupo de franceses nos emboscó, nos éramos más que cuatro jinetes, dos cayeron bajo el fuego de los fusiles enemigos, mi otro compañero y yo luchamos, abatimos a dos de ellos pero enseguida nos rodearon… estuvimos dos semanas prisioneros, sometidos a terribles torturas, a mi me cortaron una oreja, dos dedos y me dispararon en los gemelos dejándome incapacitado, me arrojaron desnudo a la calle. Pedí ayuda, pero nadie me socorrió, hasta que un hombre encapuchado se acercó a mí, me levantó y me llevó a una choza. Era una chabola en los arrabales de la ciudad, pero era mejor que la calle… Sólo cuando estuvimos en su casa me habló… “no sobrevivirás en este estado, te ofrezco dos opciones, una muerte para siempre o un renacimiento, pero éste no será agradable ¿qué elijes?”. Quedé trastornado ¿un renacimiento? ¿A qué se refería? Le pregunté pero sólo me contestó diciéndome que eligiera rápido porque no me quedaba mucho tiempo. Mi mente moribunda eligió la vida. Todavía dudo si fue la decisión correcta…

   Esa criatura se lanzó a mi cuello y empezó a beber de mi sangre, y por paradójico que parezca no me dolió. Pero este placer dio paso a una terrible sensación y después la inconsciencia. Cuando desperté el tipo estaba de espaldas a mí, con la capucha quitada, se giró:

 -Bienvenido a tu nueva no-vida -era una criatura horrible, pero sentía cierto afecto por él, al fin y al cabo  me había salvado la vida- Mas te vale acostumbrarte a mi fealdad, pues cada vez que te mires en el espejo la contemplarás…

   Tuvieron que pasar meses hasta que comencé a aceptar en qué me había convertido, un vampiro, un nosferatu; y al que lo había hecho, mi shire, mi nuevo padre, Patrick.
  
   Viví unos años junto a él en los que me enseñó lo necesario para sobrevivir, y me dijo que era libre, que explorara el mundo y me mantuviese a salvo, y eso hice.
   
   El primer lugar al que fui fue mi Inglaterra natal, busqué en vano a mis padres, enterándome tras muchas meses de que habían muerto. Viajé a las colonias, Egipto, Sudáfrica, la India y volví a España para contarle a Patrick como me había ido, pero cuando llegué me enteré de que había sido asesinado, nadie supo decirme cómo ni por qué, ni quién. La ira que sentí entonces liberó a mi bestia, durante noches estuve asesinando como un demonio, pensé incluso hasta esperar al alba, pero no lo hice. Largo tiempo me estuve arrepintiendo de esta actitud que había tenido. Decidí viajar a Paris, a visitar al shire de mi shire, un tal Jean. Mi shire me hablaba mucho de él. Me contó que era un antiguo vampiro que se había recorrido Europa entera, y parte de Asia y África y que tenía un inmenso conocimiento de lo que no está escrito en los libros. Me contó que tras siglos de viajes se asentó en la ciudad del Sena y que es uno de los Nosferatu más respetados de Europa.

   Tras un largo viaje di con él. Pase unos años en su compañía, y la de otros nosferatu escuchando historias de tiempos pasados. Me habló de la Edad Oscura, y de todos los entresijos y maquinaciones que la estirpe había tenido a lo largo de los siglos.

   Estuve trabajando para él como “comerciante de información”, una tarea muy típica de mi clan… y a eso me he dedicado hasta ahora. He viajado de aquí para allá comprando y vendiendo información, ahora me dirijo de vuelta a la tierra donde pasé mis primeras noches, España, pero una España muy distinta a la que conocí en los albores del siglo XIX. 

   Me meto en un barco en Marsella y me dirijo a Barcelona…

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