Imitando a Moisés podríamos dividir los juegos de rol en dos
grandes grupos: los que utilizan tiradas de dados para establecer los atributos
iniciales de los Pjs y los que lo hacen mediante el reparto de unos puntos
fijos.
Como se dice, para gustos los colores, pero un servidor
prefiere sin duda la segunda opción. ¿Por qué? Os preguntaréis…
Nuestra historia comienza una noche de sábado, el fuego
crepitaba en la chimenea y refrescos y patatuelas fluían por la sala. Nos
preparábamos para hacer la ficha de nuestros personajes, pues íbamos a iniciar
una nueva partida. Yo había elegido para tal ocasión llevar una montaraz, una
chica joven, atlética, audaz… mientras que uno de mis compañeros llevaba a un
anciano (muy anciano) alquimista.
Bien, una vez esbozados nuestros conceptos, el máster nos
indica que lancemos dados, sumemos su resultado y repartamos esos puntos entre
nuestros atributos, resultando al final que el anciano alquimista no sólo me
supera con creces intelectualmente, sino que tenía más agilidad, fuerza y
constitución que yo. Como comprenderéis esta situación me chocó mucho.
Sé que se pueden plantear soluciones a esto, como
limitaciones, repeticiones de lanzamientos, etc. y sé que una de las cualidades
positivas de este sistema es que genera personajes más variados, pero creo que
lo más apropiado es un reparto de puntos equitativo, y ya estarán los distintos
atributos para dar variedad a los personajes (aquí influye que el jugador se
reparta los puntos de acuerdo a su rol, y no “aquí no me pongo que no se usa”).
Como ya he dicho, habrá todo tipo de opiniones, así que
adelante, atacad!!
Por eso me gustan los juegos que incluyen limitaciones dependiendo de la edad del personaje, por ejemplo, que los ancianos no puedan ponerse más de X en ciertos atributos (físicos normalmente) pero a cambio tengan algún bono en atributos de conocimiento.
ResponderEliminarEsa es una de las reglas que más me gustan y que tiene más lógica en cuanto a las estadísticas. Por ejemplo en Canción de Hielo y Fuego los personajes más ancianos tienen por obligación deficiencias en atributos físicos como Agilidad, Brío o Fuerza
ResponderEliminarPor puntos también. Primo la "justicia inter pares" antes que la justicia neutral de que los dados definan tus atributos.
ResponderEliminarMejor a la antigua: con dados, y sin elegir atributos; en función de lo que te salga eliges clase. Un estímulo a la imaginación.
ResponderEliminarEl debate queda entre que forma de generar a un personaje se adapta más a tus gustos. Si quieres definir al 100% tu personaje es mejor el sistema de puntos ya que tomamos las puntuaciones que más se acerca al concepto que tenemos en mente. En cambio es sistema aleatorio nos da primero las características y a partir de ellas nos inventamos el personaje [El anciano alquimista podría ser perfectamente un miembro del ejercito o algo así y ha tenido que mantener su forma física]. Pienso que uno no es mejor que otro, más bien que cada uno se adapta mejor a unas espectativas del jugador mejor.
ResponderEliminarXddd esa situación me resulta familiar. A mí personalmente también me gustan más los sistemas de creación de personajes con un sistemas de reparto de puntos, en especial a la hora de afrontar campañas, donde vas a jugar un personaje durante largo tiempo y no resulta agradable verse lastrado por unas malas tiradas o que los jugadores estén muy descompensados. Pero he de reconocer que el sistema de creación por tiradas resulta bastante emocionante y gracioso a la hora de crear las fichas para aventuras cortas.
ResponderEliminar